En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazòn,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su cetro y lo suspende
en luz que sonrie para nadie:
¡cuanta belleza suelta!
Busco unas manos,
una presencia. un cuepo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son,un giro, un ala apenas¡
busco dentro de mi,
huesos, violines intocados,
vèrtrebras delicadas y sombrias,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pàjaros...
Yalgo que no sabe y dice<>
cae del cielo,
de ti mi Dios y mi adversario.
arde a veces mi corazòn,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su cetro y lo suspende
en luz que sonrie para nadie:
¡cuanta belleza suelta!
Busco unas manos,
una presencia. un cuepo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son,un giro, un ala apenas¡
busco dentro de mi,
huesos, violines intocados,
vèrtrebras delicadas y sombrias,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pàjaros...
Yalgo que no sabe y dice<
cae del cielo,
de ti mi Dios y mi adversario.
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